martes, 31 de julio de 2012

Sí existen los ‘pueblos fantasma’… están en el Valle



 Bienvenidos a Colonia Luis León




La cruz de madera quedó recargada sobre la pared de lo que fue la sacristía. Veladoras, sillas y hasta un confesionario también permanecen arrinconados en el cuarto que fue cerrado para siempre.









Esta es la iglesia de la comunidad de Luis L. León, un ejido que años atrás fue abandonado por sus habitantes. Y no es el único pueblo fantasma en esta zona fronteriza.



 La Iglesia y casa del lugar  abandonadas por sus pobladores







Casas y ranchos en ruinas en el poblado Luis León








Interior de las casas abandonadas con muebles y pertenencias que un día usaron sus propietarios.

                                                                                          
Muebles,trastes y ropa en el interior de las casas




 La escuela primaria que fue fundada en 1944, se encuentra en ruinas, ya que el ultimo año que dio clases fue en 2008.
Interior de uno delos salones que era usado por los alumnos y compartido para los diferentes grados escolares

La sequía y la falta de agua uno de los mayor crisis en el valle

Los ejidos

Los ejidos situados al este de Ciudad Juárez pagaron caro las consecuencias del abandono oficial. De ser prósperas comunidades agrícolas mucho tiempo atrás, pasaron a ser pueblos “fantasma”.

No es novedad. Los resultados definitivos del Censo 2010 confirmaron que la región del Valle de Juárez, conformado por los municipios de Guadalupe y Práxedis G. Guerrero, perdió a más del 50 por ciento de la población en menos de cinco años.

En un recorrido realizado por esta zona fronteriza se constató que ejidos como El Cuervo, Banderas y Luis León, pertenecientes al municipio de Guadalupe, están deshabitados.

La destrucción y abandono de las casas, iglesias, escuelas, ranchos y pequeños locales comerciales, provocan un ambiente lúgubre en esta parte de la frontera entre Chihuahua y Texas.

A esto se suma la amenazante presencia de hombres armados que vigilan la zona, la cual, a decir de las propias autoridades federales está bajo el control de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa.

Pero el estado de deterioro de las propiedades, testigos mudos de múltiples episodios de violencia que provocaron el éxodo de habitantes de estos ejidos, contrasta con las condiciones de las brechas y caminos vecinales.