sábado, 27 de octubre de 2012

Conmemoran 14 aniversario de lucha vs tiradero nuclear




Luego de una lucha incansable, en la que miles de personas en ambas partes de la frontera se unieron para evitar la aprobación y apertura de un tiradero para desechos nucleares, habitantes del poblado de San Agustín conmemoraron ayer el 14 aniversario de concluida la llamada “Batalla de Sierra Blanca”


Alumnos y maestros de la escuela primaria Plan de Ayala, además de algunos participantes de aquel movimiento que concluyó el 22 de octubre de 1998, participaron en la elaboración de murales con mensajes ecológicos, que ahora adornan el perímetro del Museo San Agustín.




Manuel Robles Flores, director del museo, recordó cómo fue la lucha en la que miles de personas decidieron unirse, a fin de evitar que contaminantes radioactivos llegaran hasta la frontera.

 “Me involucré en lo más avanzado de la lucha, como presidente binacional contra tiraderos tóxicos y radiactivos, fue algo muy bonito porque se logró evitar la contaminación, además de que las manifestaciones no se llenaron de tintes políticos, fue una lucha del pueblo a favor del pueblo”, indicó Robles.

Aseguró que la victoria fue por la sociedad civil, y que no existe otro precedente social como el de Sierra Blanca. “Esto fue un parteaguas, ya que además en varias ocasiones estuvimos a punto de perder la vida”.

 “Sierra Blanca era un proyecto que se tenía contemplado para establecer en aquel poblado de los Estados Unidos un tiradero de basura radioactiva, pero iba a afectar a las ciudades de El Paso y Juárez, porque el subsuelo mantiene la reserva de agua que tomamos, además de contaminar a la tierra y el aire”, explicó.

Habitantes de ambos países estuvieron en el movimiento, pero principalmente del Valle de Juárez, realizaron diversas manifestaciones, entre ellas el cierre por 20 minutos de todos los puentes internacionales a lo largo de la frontera norte.

 “Existe un acuerdo en el que no se puede instalar ningún inmueble que almacene contaminantes en al menos 100 kilómetros de distancia hacia la frontera, y el tiradero nuclear se iba a ubicar al suroeste de Texas, en una zona que se localiza a unos 35 kilómetros al norte del Río Bravo”, dio a conocer Robles.

Eduardo Patrykues, de 79 años, recordó como fue su participación en la “Batalla de Sierra Blanca”.

 “Yo estaba enamorado de esta frontera, definitivamente sabía que tenía que hacer algo y un día me invitaron a participar en una huelga de hambre en la que me mantuve por 22 días, ahora estoy seguro que todo el esfuerzo valió la pena, desde entonces he permanecido en el Valle, y aquí me quiero morir”, aseguró el hombre nacido en Chicago.

Las campanas del museo, se echaron al vuelo, al mismo tiempo que los niños lanzaron globos blancos con mensajes de paz y cuidado del medio ambiente.

Finalmente el 22 de octubre de 1998, la Comisión de Conservación de Recursos Naturales en Texas, rechazó la construcción del tiradero, pero fue hasta el 26 de octubre del mismo año, que el entonces gobernador, George W. Bush, puso punto final a Sierra Blanca.